HISTORIA
La Provincia de Luya es una de las siete que conforman el Departamento de Amazonas en la zona nor-oriental del Perú. Limita por el norte con la Provincia de Utcubamba, por el este con la Provincia de Bongará, por el sur con la Provincia de Chachapoyas y por el oeste con el departamento de Cajamarca.
Historia
La provincia del Luya fue creada mediante Decreto del 5 de febrero de 1861, en el gobierno del presidente Ramón Castilla.
Capital
La capital de la provincia de Luya es Lámud.
PUEBLO CHILLAOS
A lo largo del actual territorio del Perú, existieron en tiempos antiguos una serie de pueblos cuya historia es poco conocida. En la actualidad, nuestras poblaciones viven al margen de la trayectoria histórica de su pueblo, a pesar que gran parte de la cultura de nuestros antepasados vive en nosotros y no ha podido ser borrada por el tiempo ni la conquista. No somos totalmente conscientes de ese vivo legado que define los rasgos culturales de nuestra población. Por eso es sabido que un pueblo que no conoce su historia, es un pueblo con pocas fuerzas para enrumbar sus destinos con firmeza, pues al desconocer sus raíces no sabe cómo manejar su futuro.
En cuanto al conocimiento de los orígenes de los pueblos de la actual región Amazonas, se viene haciendo común la idea de haber procedido de un solo pueblo al que denominamos comúnmente como los Chachapoya; pero si profundizamos en buscar los verdaderos fundamentos históricos de la trayectoria cultural de esas poblaciones, aparece un panorama más rico y complejo en el que conjugaron diversos grupos sociales, cada uno con su propio territorio y nombre.
Los que poblamos del actual territorio de la provincia de Luya, descendemos de un pueblo forjador de una civilización avanzada, que controló un territorio accidentado y difícil. De aquellos que, en suma, articularon estrategias propias, como una agricultura adaptada a su medio, una espectacular tecnología arquitectónica y prácticas quirúrgicas especiales, desconocidas en el mundo Europeo.
Por nuestras venas corre sangre Chillao, una cultura indómita que se atrevió enfrentar la agresión de los imperios Inca y Español. En este sentido, podríamos aseverar que los Chillaos no han desaparecido, porque los descendientes vivimos ahora junto a las viejas ciudades de piedra, cerca de las tumbas de nuestros ancestros, y trabajamos los mismos campos que también hicieron producir ellos.
LA TIERRA ES LA MISMA Y ES TAMBIÉN IDÉNTICA NUESTRA ESTIRPE CHILLAO-LUYANA QUE NO HAN PODIDO MUTILA, QUE FLUYE Y PERMANECE PUJANTE A TRAVÉS DEL TIEMPO.
LOS LUYA-CHILLAO
El término Luya y Chillao, es compuesto y fueron los españoles quienes lo registraron de ese modo cuando dieron inicio a la organización de los nuevos territorios bajo su dominio. En realidad ellos habrían agrupado a dos subgrupos humanos con una sola denominación dada la enorme extensión territorial que comprendía el espacio ocupado, se extendía entre el río Utcubamba y el Marañon.
Al parecer habría sido Luya un ayllu que luego se convirtió en la capital del repartimiento español. La época de esplendor que alcanzaron los Chillao se asigna al periodo conocido como Intermedio Tardío, entre los siglos X al XV después de Cristo, tiempo en el cual estaban también en su apogeo los Chachapoya, los Chillchos, los Cajamarca y otros gupos más alejados como los Tallanes del extremo norte, los Lambayeque y los Chimú de la costa norteña, los Chancay y los Ichma de la costa central, los huancas del Valle del Mantaro, etc. Existían pues una serie de naciones contemporáneas a la de los Chillao, con algunas de las cuales, ellos establecieron relaciones de carácter económico. Es precisamente en este periodo cuando los Chillao constituían un grupo social organizado en un gran curacazgo reconocido como el Hatun-Luya, es decir, Luya la Grande.
Los Chillao, a lo largo de su historia, permanecieron en constante interrelación con los grupos humanos vecinos más próximos, esto es, los Chachapoya, Cascayunga y los de Jalca Grande, además de otros más distantes como los de Cajamarca, que, a la sazón, venían a ser otros curacazgos que ocupaban el territorio actual de Amazonas, San Martin y Cajamarca. De ese modo, en determinado momento de esa historia habrían sido los Chillao quienes tuvieron el mando político al nivel de la región y es en razón de esta circunstancia que justamente Kuelap, una de las mayores expresiones arquitectónica del nor oriente peruano, fue construido en su territorio, donde permanece imponente hasta el presente.